Carmen Serdán Alatriste 2015/11/16 Personajes Carmen Serdán Alatriste nació en la ciudad de Puebla, el 11 de noviembre de 1873. Fue la primogénita del matrimonio formado por el Licenciado Manuel Serdán y Doña Carmen Alatriste de Serdán, nieta además del general Miguel Cástulo Alatriste. Tuvo tres hermanos: Aquiles, Natalia y Máximo, a quienes sus padres procuraron inculcarles el amor a la libertad y a los derechos humanos. Doña Carmen, a causa de las prolongadas ausencias de su marido Manuel, se encargaba prácticamente sola de la educación de sus hijos. Carmen estudió en el Colegio Teresiano, una escuela particular para niñas, donde aprendió a leer y escribir. La situación económica de su familia le permitió acceder a estas artes que se consideraban innecesarias para las mujeres de su época. Más tarde Natalia se casó, mientras que Carmen siguió soltera, abrazando las ideas revolucionarias y la causa anti-reeleccionista de Francisco I. Madero. Luchó contra la dictadura porfirista desde el Partido Anti-Reeleccionista. En forma clandestina, Carmen dedicaba las noches a pegar propaganda contra la dictadura de Porfirio Díaz y a repartir pólvora y dinamita entre los inconformes. En sus actividades secretas tuvo el seudónimo de «Marcos Serratos». La joven no limitaba su trabajo a estas tareas, ya que también elaboraba bombas y hacía transacciones para la compra de rifles y pistolas para proveer de armas a las fuerzas revolucionarias. Los dos hermanos varones de Carmen Serdán, al tener la edad suficiente, se afiliaron también al Partido Anti-Reeleccionista, de modo que junto con su madre y sus dos hermanas luchaban por terminar con la dictadura de Porfirio Díaz. En octube de 1910, Carmen viajó a San Antonio, Texas, en donde se entrevistó con Madero y llevó fondos a su hermano Aquiles. Los hermanos Serdán recibieron la instrucción de iniciar la Revolución en el estado de Puebla el 20 de noviembre de ese año. Poco después, Madero proclamó el Plan de San Luis, para llamar al pueblo de México a sumarse al movimiento revolucionario y los hermanos Serdán regresaron a México a continuar con sus actividades proselitistas. La casa de doña Carmen Alatriste, ubicada en Santa Clara número 4, en la ciudad de Puebla, servía como punto de reunión para los correligionarios de la familia, a quienes hacían pasar a la casa con todo sigilo. El 18 de noviembre de 1910, cinco policías llegaron muy temprano a la casa de Santa Clara con una orden de cateo y arresto contra Aquiles Serdán. La casa tenía la puerta abierta y, al entrar, los policías fueron recibidos por una lluvia de balas y comenzó un intercambio de disparos. Desde el balcón, Carmen Serdán grito al pueblo, incitándolo al grito de «¡Viva la no reelección!» Después del tiroteo, quince de los defensores habían muerto. Al cesar la resistencia dentro de la casa, Carmen Serdán, su cuñada Filomena del Valle y su madre fueron aprehendidas. Las acusaron de recargar las armas de los defensores durante el tiroteo, tal como lo había visto y declarado el policía Fregoso, infiltrado en la operación. Las tres mujeres fueron remitidas a la cárcel de La Merced y más tarde las recluyeron en el Hospital de San Pedro. Carmen no se desanimó y continuó la lucha al lado de los revolucionarios. Después del golpe de Estado de Victoriano Huerta, Carmen participó en la Revolución mediante la Junta Revolucionaria en Puebla y sostuvo una entrevista con Venustiano Carranza. Distribuyó armas, fue correo a favor del movimiento e imprimió proclamas. Posteriormente se incorporó como enfermera en los hospitales de las fuerzas combatientes. Al triunfo del constitucionalismo Carmen Serdán se retiró a la vida privada. Murió en Puebla, Puebla, el 21 de agosto de 1948, a la edad de 73 años. Casi tres meses después de su muerte, el 18 de noviembre de 1948, el Diario Oficial publicó lo siguiente: El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta: Artículo único. Inscríbase con letras de oro, en los muros del Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, el nombre de Carmen Serdán, paradigma del heroísmo de la mujer mexicana. Facebook Comments