La historia cultivo de la caña de azúcar en México está muy ligado con la conquista.  En un origen estuvo destinado a satisfacer las demandas de los españoles por el azúcar.

La introducción de esta planta desplazo a cultivos tradicionales mesoamericanos como el chile, el tomate y el chilacayote.Por sus características físicas y de población necesarias Puebla y Morelos fueron las regiones más adecuadas para la explotación de cañaverales.

A estas poblaciones se integraron tiempo después esclavos negros traídos de áfrica.Para el siglo XVII había dos formas muy definidas de producción azucarera. Por un lado lado los grandes ingenios incorporados a las haciendas y por otro lado una red extensa de trapiches que elaboraban piloncillo y  panela.

Tochimilco  se ubica en la parte central de estado de Puebla.Fundado por grupos olmecas y nahuas. En 1520 los derrotó Cortés y en 1524 se le dio la encomienda a Cristóbal Pacheco.

Sobresale el mole poblano con tamales de manteca, pipián verde, adobo, barbacoa de hoyo, cecina, huaxmole, frijoles de olla, tlacoyos con chicharrón, conservas de pera, durazno y tejocote,  además de pulque natural, tejocote, manzana, durazno y membrillo.

Sus artesanos labran madera para construcción.Camino a Tochimilco está este acueducto construido en el paraje de la ex-hacienda de Santa Rosa Chapulapa, en la segunda mitad del siglo XIX y es digno de admirarse.

El piloncillo y la panela era el endulzante del pueblo, nadie le hacia el feo a la azúcar prieta. Una de las regiones más poderosas de cultivo de caña fue el estado de Puebla. Se establecieron los primeros ingenios azucareros en Atlixco, Huaquechula y Tochimilco.
Para el siglo XIX el piloncillo se había convertido en un producto de primera necesidad para la población de escasos recursos.

 

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